
En primer lugar, darte la bienvenida a esta «Dulce Lokura». Un rincón en el que podrás encontrar un lugar, en el que tu mente pueda hallar guerra o paz, según ande de caprichosa. Para ello, yo sólo te ofrezco una droga: la lectura. El resto lo pones Tú.
En segundo lugar, advertirte que no me responsabilizo de lo que puedas llegar a experimentar, una vez cruces el umbral de tu pantalla, entres aquíy te acomodes. Tus risas, tus lágrimas, tus emociones o tus sentimientos, puede que surjar, fluyan, afloren o se vean alterados por culpa mía, pero no te preocupes, seguirán siendo tuyos. Prometo no quedarme con nada de ello, salvo una excepción, ya que el precio que vas a pagar por entrar aquí, es que a cambio me quedaré con un trocito de tu Amistad y del rastro que dejen tus emociones y tus sentimientos al marcharte. Así podré seguirte de cerca, cuando salgas por la puerta y te alejes…
No siempre soy serio cuando escribo, ni políticamente correcto en el razonamiento y en la opinión. Igual estoy de los pies, que de la cabeza: A veces desvarío, y pinto letras de colores alegres; otras simplemente me emociono y no puedo evitar pintar letras en tonos oscuros. Ningún estilo nos define, ni a este rincón, ni a mi. Eso sí, sigo siendo yo y simplemente mi «Dulce Lokura»…
«Vuesa merced me perdone y se duela de mi mocedad, y advierta que sé poco, y que si hablo mucho, más procede de enfermedad, que de malicia… Mas quien yerra y se enmienda, a dios se encomienda».
(Sancho Panza)
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Estoy de obras…
Estoy construyendo un lugar donde guardar todas las Dulces Lokuras que he ido acumulando, con el fin de poder compartirlas con todos vosotros, para cuando os apetezca entreteneros leyendo un poquito… Disculpen las molestias.
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